A través del tiempo, Didi-Huberman se ha posicionado en el mundo como uno de los teóricos de la imagen más importantes y, a mi parecer, más peculiares. Para él, la imagen está en todos lados; la vemos, nos observa, es ceniza, es por sí misma, es cuerpo, es lenguaje.
Gestos de aire y de piedra recupera los pensamientos del psicoanalista Pierre Fédida para continuar el diálogo sobre el duelo y la ausencia y, de manera final, ilustrarlo con obras de arte. También se lee como una carta de admiración profunda, tal vez de diálogos que estos dos teóricos compartieron que no lograron concretarse más que por la palabra escrita.
Aquí, podemos encontrar a un Didi-Huberman que explora la inmaterialidad, transita las acciones desde las sensaciones, y las regresa a la materialidad. Este es un libro que comienza hablando de cómo la memoria se escapa de ser consolidada en imágen única, pues no recordamos las cosas como fueron sino todo lo que nos hizo sentir en el momento y después, en el proceso de volver a ella. Se pregunta, a través de autores y artistas como Levinas y Mallarmé, cómo sentimos el recuerdo en el cuerpo, o si lo sentimos en ese espacio de carne y hueso, sólo permanece eso, la sensación, pues aquello que lo ocasionó ya está en el pasado.
Pascal Convert, Sin título (Madona de Bentala), 2001-2002, detalle (cera), Luxemburgo: Museo de Arte Moderno Grand-Duc Jean. Fotografía: D. R.
Donatello, San Jorge y el dragón, 1417, detalle (mármol), Florencia: Museo Nacional de Bargello. Fotografía: G. Didi-Huberman
También nos habla, a partir de Georges Bataille, de intención, cómo al discurso le atañe una forma de ser, de enunciarse, algo que en el otro, aquel que escucha, crea un “sentir lo helado del viento, estar desnudo”.
Al mismo tiempo, una de las posturas más interesantes que recupera es la de la situación psicológica de Fédida, como pensador antidogmático. Encuentra en él no un límite, sino una forma particular de ver el mundo en el que nada encuentra un significado absoluto, y por eso, todo está conectado.
Y luego, llega a lo tangible, la imagen observada y que puede ser tocada, pero que al mismo tiempo se escapa entre nuestros dedos. “Aire y piedra se encuentran en la imagen porque, en muchas imágenes fuertes, se encuentran una gracia superlativa y un duelo inmenso, un gesto y un suspenso del gesto, un deseo y un renunciamiento, un atisbo de consolación y una pérdida inconsolable.”
A través del texto, Didi-Huberman viaja y cruza los límites del lenguaje y la interpretación, así como la forma en la que estos aparecen. Habla del cuerpo, la creación, significados y significantes, la mente, la respiración, el soplo, y la espiritualidad.
Este libro nos invita a desmaterializarnos, ser aire, y encontrar en esa consciencia, el duelo de lo que significa ser cuerpo, de encontrar la ausencia en el flujo y de nunca pensar que nada tiene que ser de una sola forma.
Georges Didi-Huberman
Traducción: Melina Balcázar Moreno
93 páginas
Canta Mares, 2017.
Ciudad de México. México.
Otros libros del autor:
Lo que vemos, lo que nos mira (1997)
Arde la imagen (2012):
Desear desobedecer: Lo que nos levanta (2020)