En este ensayo sobre la condena de la desaparición de los libros aprendemos mucho sobre la métrica de cuántos libros se venden, si los libros digitales van a destruir la industria editorial, si nunca más los vamos a ocupar, si ya no los vamos a leer y regalar y comprar los libros impresos en papel si nosotros que nos dedicamos a su comercialización vamos a perder nuestro empleo, la angustia insoportable del qué va a pasar con los libros, por amor de dios,” ¿alguien puede pensar en los libros?”, pues no, mis estimados lectores, el libro de papel está sano y fuerte como en los últimos 200 años.
Si pudiera atreverme a pensar, o más o menos calcular, cuándo van a acabarse los libros yo diría que en tres posibles hipotéticos eventos, uno, que se acabe todo el papel del mundo, dos, que todos los arboles del mundo estén muertos lo cual nos lleva al tres que muy seguramente está unido a la cantidad de oxigeno del planeta y con esto a la vida de los sapiens sapiens que cuando el último de estos deje de respirar, listo, se terminaron los libros; mientras continuemos siendo la especie dominante consumidora del planeta seguirán existiendo los libros. El libro de papel está fuerte y sano, sufrió una ligera gripita, como todo el planeta con la pandemia de hace unos años; en ese viejo y lejano entonces todos nos pusimos frenéticos y desbocados en el comercio digital y con el comercio de lo que fuera en línea y a la distancia por obvias razones, nos trastocó la cotidianidad y tuvimos que hacer ajustes y boom las ventas en línea y en particular de los libros digitales, tuvieron un insignificante superávit, pero no impactó la tendencia de venta de libros en papel de millones y millones de ejemplares por todo el mundo, una pequeña fluctuación solamente.
Eso es el meollo del asunto y del libro.
El anuncio apocalíptico de muerte del libro viene inherentemente pegado a la misma idea de la muerte para los propios humanos, le tenemos pánico al final y por obvias razones venimos pensando en ello desde el origen del tiempo, desde que dejamos de andar en las ramas de los árboles. Hace mucho tiempo desde que los comerciantes hacían sus cuentas en tablas de lodo seco, desde que los africanos famosos cosechaban la planta esa para el papiro, desde el medioevo y las abadías con tinta venenosa, con el inventor de la imprenta, con la aparición de los ordenadores, pero siempre se ha pensado y cuestionado ¿cuándo se van a acabar los libros? pero no, no es nueva la angustia, es tan vieja como el fuego, la oscuridad o los lobos.
El autor dice que debemos separar la concepción o idea del libro, el libro como un objeto o cosa común y corriente que se intercambia por dinero y el libro como idea, el libro como una historia, el libro como una entelequia espiritual, este que nos venimos compartiendo en historias de generación en generación, desde que ocupábamos fogata para no morir de frio o miedo, hasta las actuales reuniones en línea o encuentros en cualquier cantina o cafetería allá a donde voltees el día de hoy, entre el chisme y chisme, el relato y el registro de sucesos que nos pasamos los unos a los otros todo el tiempo; pues tampoco se van a morir, no entren en pánico, tanto los libros de pasta dura que regalas en navidad como el libro que te cambió tu vida (que si existen y es distinto para cada uno de nosotros), continuarán con nosotros todavía, hasta que no nos matemos los unos a los otros que seguramente eso va a pasar, no se cuándo pero va a pasar.
Sí que hay libros de todo y para todos, de todos los temas, y este es un libro sobre libros que les gusta leer a los intelectuales y a los lectores avanzados, a investigadores y para todos esos ñoños que viven (vivimos) para los libros y por los libros, imagínense que están viendo un tutorial en internet de cómo ha cambiado la manufactura o la forma de hacer los libros con cada nueva herramienta que se ha creado en las últimas décadas, desde el acontecimiento de las computadoras y todo lo digital; el libro es muy didáctico y rico en experiencias y anécdotas del autor cuando llegó al medio de la edición de libros, los cambios constantes de la tecnología, la aparición de los “PDF´S”, y todos los “cositos” o dispositivos que almacenan información y más cosas pues, va con el adagio del capitalismo actual, más, más y mejor, más nuevo, más capacidad experimental, mas felicidad , más rápido, más fácil, más todo pues el puro y duro beneficio definitivo y trascendental. La lectura del libro nos comparte la facilidad actual de hacer ediciones digitales y un poco también de nostalgia de las viejas formas de hacer los libros, me recuerda la lucha generacional entre padres e hijos, siempre los más jóvenes andan matando a los viejos arcaicos y así ad nauseam, lo que nos da un bonito apartado o pausa donde entra el libro 5 estrellas o gourmet, esos libros hermosísimos, carísimos, grandísimos, cuidadísimos que obsesionados por nombrar y catalogar cosas les llamamos libros de arte o gran formato o libro de mesa de café, ( háganme el favor) bueno tal vez para el 1 % del cual no formo parte obviamente, pero los genios de mercadeo han aprovechado ese espacio (de tiburón) de oportunidad para vender libros muy bonitos y lindos para gustos distinguidos y con infinito buen gusto y con un aroma a boutique y así muy estiloso e instagramoso, pues si así surgieron y existen y se venden libros de ese tipo.
El libro es muy esclarecedor acerca de los entramados y tras bambalinas de la cocina del libro, se lee gratamente, es breve pero muy conciso de la situación actual y pasada del libro. Texto asequible, que allana la entrada al mundo de los libros y sus cambios tecnológicos, que nos ayuda y facilita el entendimiento de los cambios en la historia del mismo. Para todo público, pero en particular para curiosos que desean aprender y reflexionar tanto del objeto como de la idea del libro, muy buen regalo si quieres quedar bien, muy intelectual y distinguido de gran clase.
Jaime Narváez
136 páginas
Editorial EXIT MEDIA/EXIT LA LIBRERÍA, 2024.
España/México