La sección que estás leyendo se llama “No todo es novedad” y se trata de estar en contra de esta ansiedad por lo nuevo, por la tendencia, el trending topic… porque la mayoría de los libros son atemporales. La mayoría de los libros van a su ritmo y son archivo y conocimiento. En esta lógica hay pensadores, escritores, filósofos, artistas y que son atemporales, que son una especie de chachareros que rescatan objetos que alguien los consideró basura o que habían cumplido ya su función. Estoy hablando de Carlos Monsiváis y ¿qué puedo escribir de él? ¿qué podemos decir del “Monsi” que no se haya dicho ya? Desde los sectores más cultos, hasta los más populares, incluso en los ámbitos más desprestigiados como la televisión pública mexicana se ha hablado de Carlos y casi siempre de manera positiva. Es un personaje fundamenta para entender la cultura mexicana y pieza clave para leer a manera de crónica lo que pasó por las calles de la Ciudad de México. Siempre con una pluma crítica y arriesgada sin perder el sentido del humor agudo, sarcástico y ácido.
Por otro lado, la revista (que en realidad es un libro tanto en formato como en contenido) Luna Córnea del Centro de la Imagen, ha sido un refugio para los especialistas y asiduos a la fotografía en México. Nacida a principios de los noventa ha ido transformándose y sobreviviendo a recortes y otros avatares. Esta publicación ha reunido a artistas nacionales e internacionales, planteando discusiones coyunturales e históricas para la historia de la fotografía y se ha consolidado como una de las fuentes más serias y respetadas por su rigor y constante búsqueda. Todas las entregas de Luna Córnea valen mucho la pena, pero les queremos recomendar una en específico: la número 37 “La iconosfera Monsiváis” que explora la relación que tiene este pensador, escritor, cronista y hasta disidente sexual con la imagen fotográfica, sus usos e interpretaciones en su carácter de editor de La cultura en México, ¡suplemento cultural de la revista Siempre!
Esta publicación tiene como punto de partida la exposición del 2015 “Pasado venidero. Aproximaciones a la colección fotográfica de Carlos Monsiváis” que se llevó a cabo en el Museo del Estanquillo (recinto que alberga la colección de Monsiváis, que son miles de grabados, pinturas, esculturas en miniatura, juguetes, fotografías y documentos históricos).
El presente número de Luna Córnea se desborda más allá de la fotografía, remitiéndose al cine, a la fotonovela, a la caricatura, los suplementos culturales, a las revistas y hasta los cómics, porque suponemos que así era la personalidad del autor de Los rituales del caos, difícil de encasillar y desbordada. Todo esto es una muestra de una época prolífica culturalmente, sana y por supuesto también contrastante y de una violencia política que no se puede escapar. Los textos que componen esta Luna Córnea son tan diversos, complejos y hasta divertidos y “lujuriosos” que hacen de este número una enciclopedia de todo y de nada pero que sirve de consulta para el investigador más serio o para una lectura antes de dormir ya que abarca temas como la historia-ficción del cine mexicano, el espectáculo (la sociedad del espectáculo), la historia del arte, Andy Warhol en México y el arte pop, los mayas, Lola Álvarez Bravo, el movimiento estudiantil del 68, el festival de Avándaro, la aparición de lo naco, el pasado radical de América latina, los fotolibros, imprentas antiguas, Man Ray, Los Hermanos Mayo, los Casasola y el archivo fotográfico en México, el “reciclaje fotográfico” de la cultura mexicana, en fin todo un universo que hace de este número uno de los más caóticos, en el buen sentido del caos.
La iconosfera de Monsiváis se desborda más allá de la fotografía, remitiéndose al cine, a la fotonovela, a la caricatura, los suplementos culturales, a las revistas y hasta los cómics, porque suponemos que así era la personalidad del autor de Los rituales del caos, difícil de encasillar y desbordada. Todo esto es una muestra de una época prolífica culturalmente, sana y por supuesto también contrastante y de una violencia política que no se puede escapar. Los textos que componen esta Luna Córnea son tan diversos, complejos y hasta divertidos y lujuriosos que hacen de este número una enciclopedia de todo y de nada pero que sirve de consulta para el investigador más serio o para una lectura antes de dormir ya que abarca temas como la historia-ficción del cine mexicano, el espectáculo (la sociedad del espectáculo), la historia del arte, Andy Warhol en México y el arte pop, los mayas, Lola Álvarez Bravo, el movimiento estudiantil del 68, el festival de Avándaro, la aparición de lo naco, el pasado radical de América latina, los fotolibros, imprentas antiguas, Man Ray, Los Hermanos Mayo, los Casasola y el archivo fotográfico en México, el “reciclaje fotográfico” de la cultura mexicana, en fin todo un universo que hace de este número uno de los más caóticos, en el buen sentido del caos.
Este es un trabajo casi exhaustivo y arqueológico por parte del editor, escritor y curador Alfonso Morales, que se valió de museos, familia, amigos, archivos, instituciones, colaboradores… para lograr un sólido resultado. Esta entrega de Luna Córnea es especial en el sentido de hacerle un homenaje a una de las figuras contemporáneas más importantes de la cultura mexicana, importante en el periodismo, en el arte y hasta en el activismo por los derechos de la comunidad LGBT de la Ciudad de México. Mucha de la aparente apertura (digo aparente porque seguimos presenciando discriminación y crímenes en contra de la comunidad, por el solo hecho de sus preferencias sexuales) que tenemos hoy en día se la debemos al pensamiento crítico de personajes como Carlos Monsiváis. Lo que logra esta publicación es darnos la entrada a todo el universo de las imágenes que dicho autor consideró importantes y relevantes para atesorar. Y este tesoro es invaluable porque esta colección no era de un valor personal sino social.
Carlos Monsiváis nos mostró que la cultura no sólo sirve para divertirnos sino para tener una posición crítica y es de esas personas, como decía al principio, atemporal, autentica y que le debemos un archivo medular que nos deja ver lo que nos contiene e identifica como “mexicanos” (lo que eso signifique sin exaltar un nacionalismo rancio). Creo que a diferencia de personajes “más intelectuales” y oficiales como Octavio Paz o Carlos Fuentes que hicieron una radiografía de nuestra cultura desde ciertos privilegios y pedestales, Monsiváis se acercó sin un afán del exotizador, o de hacer una porno miseria de lo que veía, él lo vivía y encarnaba. Este documento de Luna Córnea, que lamentablemente es difícil de conseguir, es una pequeña muestra de lo importante que es valorar los archivos y colecciones de pensadores que han contribuido a que nos mantengamos curiosos y hasta orgullosos de lo que somos culturalmente y a no despreciar la cuestión “popular” esa idea trasnochada de que lo extranjero (y “fino”) es lo mejor y sólo es válida “la alta cultura”.
VVAA
480 páginas
Editorial Centro de la imagen, 2021.
Ciudad de México. México.
Gran parte de su trabajo lo publicó en periódicos, revistas, suplementos, semanarios y otro tipo de fuentes hemerográficas. Colaboró en diarios mexicanos como Novedades, El Día, Excélsior, Unomásuno, La Jornada, El Universal, Proceso, la revista Siempre!, Fractal, Eros, Personas, Nexos, Letras Libres, Este País, la Revista de la Universidad de México, entre otros. Fue editorialista de varios medios de comunicación. .